A ver, que no cunda el pánico entre los que generan contenido con IA como si fuera una fábrica de salchichas. Google acaba de confirmar lo que cualquiera con dos dedos de frente ya intuía: usar ChatGPT o cualquier IA para escribir está perfectamente bien… siempre que no seas un vago y revises lo que sale de ahí.
Gary Illyes, ese señor de Google que suelta bombas informativas de vez en cuando y que se parte el ojete en la foto, lo ha puesto clarito en una entrevista: el contenido generado por IA no es malo per se. Lo malo es publicarlo sin revisarlo, como quien compra en AliExpress sin leer las reseñas, vaya.
Spoiler: Google no distingue entre contenido «creado por humanos» versus «creado por IA». Lo que le importa es si es «curado por humanos» —que no es lo mismo, querido lector—. Es decir: ¿has puesto el cerebro antes de darle al botón de publicar o tienes tanta prisa por volver a la Netflix que actúas con el piloto automático?
La diferencia entre «human-created» y «human-curated» (que no es lo mismo que echarle un vistazo)
Illyes ha sido bastante claro al respecto: el término «human created» (creado por humanos) está mal usado. Lo que Google quiere es contenido «human curated» (curado por humanos).
¿Qué significa esto en cristiano? Pues que alguien —preferiblemente tú— ha tenido supervisión editorial sobre ese contenido. Que has comprobado que:
- La información es correcta ✅
- No es una copia descarada de lo que ya existe ✅
- Aporta valor real al usuario ✅
Ejemplo práctico: Imagínate que le pides a ChatGPT que te escriba un artículo sobre «cómo plantar tomates». Si simplemente copias y pegas lo que te da, eres el típico vago que luego se queja de que Google no le posiciona. Pero si revisas la info, añades tu experiencia personal, corriges errores y mejoras la estructura… entonces sí, tienes contenido «curado por humanos».
Cómo funcionan realmente los AI Overviews (porque igual no tienes ni idea)
Por si no lo sabías, esas respuestas que aparecen arriba de todo en Google cuando buscas algo (los famosos AI Overviews) usan un modelo Gemini personalizado. Illyes confesó que no sabe exactamente cómo está entrenado, pero sí que es una versión custom.
Y aquí viene lo interesante: cuando Google necesita información para responderte algo, no inventa. Lo que hace es lanzar múltiples búsquedas internas en su propio índice y usar esos resultados para darte una respuesta fundamentada.
Dato curioso: Este proceso se llama «grounding» (anclaje), y es básicamente la forma que tiene la IA de no inventarse cosas. Es como tener un fact-checker automático que consulta fuentes reales antes de abrir la boca.
¿Y sabes qué? Si tienes Google-Extended bloqueado en tu robots.txt, Gemini no va a usar tu contenido para hacer grounding. Así que si quieres que la IA de Google cite tu web, más te vale no bloquear ese crawler.
El problema real: cuando la IA entrena con contenido IA (el bucle infinito del horror)
Illyes ha puesto el dedo en la llaga con un tema que da escalofríos: ¿qué pasa cuando la IA se entrena con contenido creado por IA? Pues que se monta un bucle de feedback que puede ser catastrófico.
Imagínate:
- IA genera contenido
- Ese contenido se publica online
- Otra IA se entrena con ese contenido
- Genera más contenido basado en el anterior
- Y así hasta el infinito…
El resultado: Una espiral descendente de calidad que puede terminar con modelos que repiten los mismos errores una y otra vez.
Por eso Google está tan insistente en que el contenido tenga supervisión humana. No es solo por SEO, es por la salud del ecosistema digital completo.
Las nuevas directrices de calidad: lo que Google realmente penaliza
Desde enero de 2025, Google ha actualizado sus Quality Rater Guidelines para incluir por primera vez definiciones específicas sobre IA generativa.
La letra pequeña dice:
«Se aplicará la calificación más baja si todo o casi todo el contenido principal de la página es copiado, parafraseado, auto-generado por IA, o republicado de otras fuentes con poco o ningún esfuerzo, poca originalidad y poco valor añadido».
Traducción pelínsacártistica: Si publicas contenido IA tal cual, sin revisar, sin aportar nada… tu web va directa a la papelera de Google.
Pero ojo: usar IA para generar contenido original con esfuerzo significativo puede dar contenido de alta calidad. La clave está en la originalidad y el esfuerzo, no en la herramienta.
Casos reales: cuando cambiar de IA a humano salva el ranking
Un consultor SEO documentó en LinkedIn un caso fascinante: un site que había sido hackeado y después expulsado del índice de Google durante más de 9 meses.
El problema: Todo su contenido era generado 100% por IA. Probaron de todo: mejorar seguridad, experiencia de usuario, autoridad del sitio… nada funcionaba a largo plazo.
La solución: Reemplazar el contenido IA por contenido escrito por humanos.
El resultado: Indexación inmediata y recuperación de visibilidad.
Moraleja: Google puede detectar patrones de contenido completamente automatizado, y cuando lo hace… no es precisamente generoso.
Google-Extended: tu nuevo mejor amigo (o enemigo)
Hablemos de Google-Extended, ese crawler que mucha gente ni sabe que existe pero que puede determinar si tu contenido entrena a las IA del futuro.
¿Qué hace Google-Extended?
- Rastrea contenido específicamente para entrenar modelos IA
- NO afecta a tu posicionamiento en búsquedas normales
- Puedes bloquearlo sin perder SEO
¿Cómo bloquearlo? Añade esto a tu robots.txt:
textUser-agent: Google-Extended
Disallow: /
¿Deberías bloquearlo? Depende. Si quieres que las IA del futuro citen tu contenido, déjalo. Si prefieres control total sobre cómo se usa tu propiedad intelectual, bloquéalo.
La estrategia práctica: cómo usar IA sin que Google te odie
1. Usa IA como asistente, no como redactor jefe
- Genera outlines, ideas, primeros borradores
- Pero siempre revisa, edita y mejora
2. Aplica el test de originalidad
- ¿Tu contenido aporta algo que no existe ya?
- ¿Tienes datos, ejemplos o perspectivas únicas?
- Si la respuesta es no, vuélvelo a trabajar
3. Fact-check como si tu vida dependiera de ello
- Verifica datos, estadísticas, afirmaciones
- La IA puede alucinar, tú no te lo puedes permitir
4. Añade experiencia real
- Casos prácticos tuyos
- Opiniones basadas en experiencia
- Datos de primera mano
5. Optimiza para usuarios, no para crawlers
- Estructura clara con headers
- Párrafos legibles
- Responde realmente a la intención de búsqueda
El futuro no es blanco o negro (es gris intermedio)
Mira, la realidad es esta: Google no odia la IA. De hecho, ellos mismos la usan a todas horas. Lo que odian es la pereza editorial y la baja calidad sistemática.
Los datos son claros: el contenido humano sigue funcionando mejor que el IA puro. Un estudio de NP Digital mostró que el contenido humano genera 5.44 veces más tráfico que el generado por IA. Pero eso no significa que tengas que elegir entre uno u otro.
La fórmula ganadora: 60% contenido curado + 40% contenido creado. Usa IA para escalar, humanos para pulir. Usa IA para analizar datos, humanos para interpretarlos. Usa IA para generar ideas, humanos para ejecutarlas con alma.
Conclusión de trinchera (sin dramatismos)
Google no va a penalizar tu contenido IA si cumples estas condiciones básicas:
- Calidad alta ✅
- Supervisión humana ✅
- Información factual ✅
- Originalidad ✅
Pero sí te va a castigar si:
- Publicas contenido IA sin revisar ❌
- Es extremadamente similar a contenido existente ❌
- Contiene información incorrecta ❌
- No aporta valor al usuario ❌
Al final, Google sigue siendo un buscador que quiere dar las mejores respuestas a sus usuarios. Si tu contenido —sea creado por IA, por tu abuela o por un mono con una máquina de escribir— cumple ese objetivo, tendrás éxito.
La moraleja: Deja de obsesionarte con la herramienta y enfócate en el resultado. La IA es un pincel, no el cuadro. Tú sigues siendo el artista que decide qué pintar y cómo presentarlo al mundo.
👉 ¿Y tú qué opinas? ¿Sigues pensando que usar IA es trampa, o ya te has unido al lado oscuro de la productividad asistida por robots?
